Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada

Cuando una mujer se queda embarazada el principal cambio que sufre es que crece la barriga ¿verdad? ¿Pero que más cambios sufre?

El cuerpo de una mujer cuando está embarazada va a sufrir una serie de cambios físicos, psíquicos y hormonales, que son totalmente normales, estos cambios permitirán que el bebé crezca en su barriga y preparará el cuerpo de la mamá para el parto y para la lactancia.

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Aparte de aumentar el tamaño de la barriga debido al crecimiento del bebé, el cuerpo también experimentará otros cambios entre ellos encontramos:

  • Hay un desplazamiento del centro de gravedad y esto conlleva a que la curvatura lumbar (lordosis lumbar) aumente, llegando a producir en algunos casos, dolor lumbar.
  • El cuerpo de la mujer se vuelve más flexible, ya que se segrega una hormona llamada relaxina, esto ayuda a que se prepare la pelvis para que el bebé pase durante el parto, por lo que encontraremos que las caderas son algo más anchas y puede aparecer dolor en cadera y coxis.
  • Después de que la mamá se quede embarazada en los pechos, puede aparecer aumento de sensibilidad y  del tamaño del pecho, también aparecer estrías y picor debido a este crecimiento y estiramiento de la piel, las venas se marcan más, las areolas se hacen grandes y oscuras y se hacen más evidentes las glándulas de Montgomery  (que son las glándulas que encontramos en la areola, veremos que se elevan unos bultitos) y a medida que evoluciona el embarazo puede aparecer calostro.
  • Disminuye la capacidad respiratoria (cuesta respirar) y aparece fatiga debido a los cambios musculares y ligamentosos, y al aumento de la frecuencia cardiaca, además el corazón se desplaza debido al crecimiento del útero.
  • Aumenta la presión sobre el suelo pélvico favoreciendo a que se debilite e incluso puede producir incontinencia urinaria.
  • Como la vejiga tiene menos espacio para llenarse aumenta la frecuencia urinaria tanto de día como de noche y, además debido al aumento de líquido en el cuerpo los riñones trabajan más y aparece una dilatación en los uréteres que puede desencadenar dolor tipo el de cólico renal.
  • Aumenta la presión venosa en las piernas, pudiendo aparecer varices en piernas, vulva, pared abdominal y ano (las conocidas hemorroides)
  • Hinchazón: Aparecen edemas debidos a la retención de líquido, ya que tenemos más volumen de líquido en el cuerpo, y también debidos al aumento de presión venosa  y puede afectar a pies, vulva, abdomen e incluso a las manos y a la cara.
  • Aumento de peso debido al aumento de líquidos, al crecimiento uterino y del bebé y a los cambios hormonales. Es aconsejable no aumentar más de 14kg.
  • Existen cambios en la tensión arterial de la mamá durante el embarazo: al inicio suele estar baja (hipotensión) y en el tercer trimestre suele aumentar.
  • Algunas mujeres al tumbarse boca arriba se marean, esto pasa ya que el útero comprime la vena cava, y se soluciona al tumbarse de lado, sobre el lado izquierdo. Esto se conoce como el síndrome compresión aorto-cava
  • El aparato digestivo funciona más lentamente, el reflujo aumenta y esto puede conllevar ardores y digestiones pesadas.
  • Puede aparecer estreñimiento y gases debido a que los intestinos también van más lentos.
  • Hemorroides debido al aumento de presión venosa o al propio estreñimiento.
  • Náuseas y vómitos aparecen debido al aumento de ciertas hormonas, como es la progesterona, en general suelen desaparecer en el segundo trimestre, aunque en algunos casos están presentes durante todo el embarazo.
  • Cambios en la pigmentación de la piel, volviéndose más oscura en ciertas partes, como areolas y pezones, vulva, región perianal, cara (cloasma) y línea alba (en la zona media del abdomen y va de ombligo al pubis)
  • Aparecen estrías (muslo, pecho, nalgas, barriga) debido a la disminución elasticidad de la piel y al propio crecimiento de la barriga.
  • El pelo durante el embarazo se cae menos, por esto da la sensación que es más abundante.
  • Aparecen desordenes en el sueño: durante el primer trimestre es habitual el cansancio y la falta de energía; y en cambio en el tercer trimestre el sueño es más difícil debido a los despertares, a la incomodidad de la postura para dormir, a los dolores, al aumento de frecuencia urinaria.

Como veis son muchos los cambios y a pesar de ser fisiológicos, en algunos casos acaban apareciendo dolores y molestias. Estas molestias y dolores se pueden tratar con fisioterapia especializada. Tu fisioterapeuta aplicará técnicas de terapia manual, masajes, estiramientos, drenaje linfático, te enseñará ejercicios y te dará consejos para una correcta higiene postural entre otras con el fin de aliviar en gran medida estos dolores.

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Además tu fisioterapeuta puede preparar un programa de preparación al parto atendiendo al estado de cada mujer, incluyendo ejercicios de estiramiento, tonificación, ejercicios de kegel, ejercicios respiratorios y de relajación. Todo ello junto con el masaje perineal ayudará a la mamá a mejorar sus condiciones de cara el parto, y así también,  acelerar la recuperación en el post parto.

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Hasta el próximo post!

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